martes, 13 de noviembre de 2007

... Un día el viento calló y las hojas dejaron de murmurar, el sol se escondió y las estrellas cayeron al mar.
Esa noche caminó por el valle de la desolación buscando respuesta a algo que no lo tenía ¿por qué?!, se preguntó una y mil veces y extrañamente ni el viento contestó, entonces gritó al norte, al sur y no contestó ni el viento, ni el sol, con más fuerza le grito a las montañas, pero estas parecían dormir, entonces con el último hálito de aire gritó al mar y este saliendo del sopor le contestó...

sábado, 18 de agosto de 2007

Ojos de amor.

Bajo la sombra del árbol más bello del parque se cobija la niña más inteligente de toda la ciudad, juego con su mejor amigo, que por lo demás sólo ella puede ver.
valentina es una personita de cuatro años, aparentemente igual que cualquier niño de cuatro; le encanta ir al parque a jugar, lleva su colección de muñecas que pone siempre bajo ese árbol, su favorito.
Ella y su "amigo" pasan tardes enteras jugando y conversando de sus temas en particular.
Mientras, la madre la observa desde un banco, llena de amor por ese ser tan maravilloso, tejiendo, bordando o leyendo. Le teje chalecos, le borda delantales y le lee libros pra ser mejor mamá.
Valentina es hija única de un joven matrimonio, Joaquín trabaja en un banco, tiene un buen puesto en su trabajo, lo que les da la ttranquilidad y estabilidad necesaria, para que Isidora no tenga que trabajar dedicándose de manera exclusiva al cuidado de su hija. Ella era feliz estando todo el día con Valentina, para nada extrañaba su trabajo.
Temuco es una bella ciudad para vivir y cumplía todas las expetativas de esta hermosa familia, pero la via como siempre no permite tanta felicidad junta y de manera constante.
El nacimiento de Valentina fue un acontecimiento familiar, la primera en todos los sentidos; primera hija, nieta y sobrina, por parte de Isidora. La familia de Joaquín era un punto aparte.
Abajo de ese árbol Valentina se sentía feliz con su amigo Acún, como ella solía nombrarlo. A Isidora le llamaba la atención la situación, pero no le preocupaba, porque par ella y el doctor era cosa de niños.
Esta pequeña niña nació a los siete meses de gestación, por lo que pasó un tiempo en una incubadora, en la UCI de una clínica, por eso ella siempre fue luchadora todas las enfermeras comentaban su fuerte carácter y fortaleza para recuperarse rápido.
Desde bebé fue especial, con su mirada profundamente dulce que enternecía a cualquiera que la mirara, la expresividad de su mirada era su mayor característica, de hecho quien la conocía lo comentaba.
Desde esa tarde su conversación con Acún fue distinta, Isidora pensó que Val, como le decían todos por cariño, había dejado de querer tener un amigo "imaginario" a su lado. Gran error, porque ese día Val sí dejó de hablar con Acún, su amigo, que realmente no era imaginario, sino su ángel de la guarda, y Valentina ahora más grande y sana, no necesitaba ver a Acún, para saber que siempre estaría a su lado.

viernes, 25 de mayo de 2007

EN LO PROFUNDO

En lo profundo del abismo camina el alma perdida, que no encuentra salida al dolor y la oscuridad.
Se esfuerza todos los días, pero ya no quedan energías, lo triste es que nadie le cree a esta alma que ya no puede caminar sola, porque están acostumbrados a su fortaleza, a su independencia.
Pero los fuertes, también se desmoronan y sufren, y necesitan que de repente se les tome en brazos.
En fin así es la vida cada uno tiene un rol, y aunque a veces lo queramos dejar no podemos.
Ahora es tiempo de levantarse darse ánimo y seguir como sea, o como se pueda.
Lo único necesario en verdad son las ganas de seguir.

sábado, 5 de mayo de 2007

Dorotea

Sí, así era su vida, vertiginosa, todo el día corriendo de un lado para otro, y aunque cada día hacia el compromiso de cambiar ese estilo de vida, no podía, porque ella en su esencia necesitaba ese vertigo para poder vivir.
Dorotea era ejecutiva de cuentas en un prestigioso banco, donde trabajaba hace cinco años, practicamente desde que se tituló de Ingeniero Comercial.
A sus 29 años, su vida estaba totalmente estructurada, tenía un auto del año y estaba empezando a pagar su nuevo departamento; lo único que le molestaba en su vida era la soledad, que sentía cada vez que abría la puerta de ese maravilloso departamento.
Dory, como le decían sus amigos, era una mujer linda, morena, de unos profundos ojos verdes y una larga cabellera castaña. El motivo de la soledad de Dory, era su extremada exigencia al momento de encontrar compañero, su última relación había terminado de la peor manera, con su novio con otra en su propia casa. De ese episodio ya había pasado más de dos años, pero para Dory era algo difícil de olvidar, por lo tanto tampoco estaba dispuesta a establecer una relación amorosa con nadie.
Pero la vida y el amor son impredecibles, y el amor llega cuando uno menos lo espera. Gastón apareció en su vida una fría tarde de invierno, cuando ella salía del banco en dirección a su solitario departamento.
Gastón era un hombre de unos 33 años, alto de tez clara y cabello rubio, cuando ella lo vio quedó prendada inmediatamente de sus hermosos ojos color miel, que dejaban ver la pureza de su alma, pero como era de suponer él no se percató de su existencia.
Dory que iba llena de expedientes para trabajar en casa, decidió en una fracción de segundo que no podía dejar pasar esta oportunidad, porque ella había sentido en su corazón que este era el hombre que la iba acompañar el resto de su vida. Así, como era de decidida ideó la manera de llamar su atención. Acomodo su cabellera y con paso firme y casi llegando frente a él dejó caer todas las carpetas que llevaba en las manos, como ella lo imaginó Gastón era todo una caballero y al ver tal desastre se detuvo a ayudarla.
Ese fue el instante, donde sus miradas se cruzaron y unieron para toda la vida, sí, porque Gastón se enamoró de ella apenas miró su hermoso rostro. desde ese instante comenzó una maravillosa amistad que con el paso del tiempo se transformó en un gran matrimonio feliz.

viernes, 4 de mayo de 2007

Bernardita

Sin saberlo su decisión cambiaría el destino y forma de ver la vida, si esa pequeña e insignificante decisión, según ella. Ese día por una extraña razón despertó muy temprano, como nunca, se levantó y aprovechó el tiempo para tomar un nutritivo desayuno y hacer su rutina de ejercicios, que tanto le costaba.
Bernardita, ese era su nombre, era de contextura gruesa, de esas mujeres que viven en la constante lucha con el peso; para ser aceptada socialmente, orque la gordura es casi un "pecado".
Terminados sus ejercicios, se puso su mejor tenida y salió rumbo al trabajo, en breves instantes sucedería.
Salió caminando con paso firme desde el departamento, ese día se sentía segura de sí misma, como casi nunca le sucedía. A la mitad del camino una medalla brillando en el suelo la hace agachar, al mirarla le encuentra algo familiar.
Bernardita era la menor de tres hermanos y con sus 28 años aún tenía acttitudes de niña. Hablaba todos los días con su mamá por internet, ya que había decidido cambiar de ciudad para independizarse totalmente, estaba claro que emocionalmente todavía le costaba y por eso había elegido la ciudad donde vivía su abuelita.
Esa medalla era muy parecida a la de su abuela, que además vivía en el mismo edificio que ella. La noche anterior se habían visto, porque una vez a la semana cenaban juntas.
Bernardita sintió un dolor en el pecho, sintió miedo, extraño, entonces sin pensarlo mucho se bajó de la micro y se devolvió al edificio, estaba convencida que algo había sucedido, eso tenía que ser una señal.
A medida que se acercaba su ansiedad crecía y casi llegando al edificio, comenzó a correr al departamento de la abuelita.
Se detuvo un instante frente a la puerta, tenía una sensación muy extraña. Respiró profundo y golpeó no sólo una vez, sino más de diez, pero nadie abrió, entonces sintió que sus peores temores se harían realidad.
Decidió utilizar la llave de emergencia, antes de eso sacó su celular y llamó a la policía, no sabe porqué razón lo hizo, pero reportó algo anómalo.
Abrió la puerta lentamente, se veía todo normal, empezó a caminar sigilosamente por el pasillo hacia el pasillo y...
Despertó en la clínica, con un tajo en la cabeza, el dolor hizo que todo volviera de repente a su cabeza
¡SU ABUELA!, rompió en llanto. Recordó que yacía sin vida en el suelo.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Francisca

Francisca caminaba cada tarde por la orilla de la playa mirando el horizonte, buscando algo,, lo hacía insistentemente, casi desesperadamente.
Muchacha alegre, linda, que vivía bien, pero le faltaba algo para ser realmente feliz, por eso estaba en la constante búsqueda.
Su capacidad de deslumbrarse era muy grande, bajo cualquier novedad quedaba encandilada y creía haberlo encontrado, aunque en su alma sabía que para eso aún faltaba, sí faltaba que ella madurara y dejara de buscar con tanta desesperación. ¿Qué era lo que necesitaba? Amor y nada más, alguien que la acompañara. Lo que Francisca no entendía era que tenía que tranquilizarse para poder ver en el horizonte lo que le llenaría la vida.
Esa tarde fue distinta desde el inicio del trayecto en la puerta de su casa; al poner sus pies descalzos en el arena helada supo que ese día todo cambiaría: Comenzó su caminata, pero esta vez el horizonte no era todo lo que miraba, miró el arena, miró el cielo y pasó su vista por el mar, lo que ella no sabía era que desde un rincón de la playa él la había visto hacía meses y sólo esperaba que ella se decidiera sólo a caminar y no a buscar.
La paz que irradiaba Francisca era tal que él se atrevió a acercarse a conversar, sólo un detalle extraño hizo a Francisca pensar, los ojos de él eran azules y profundos como el mar.
Conversaron mucho y desde el primer minuto el amor fue inmortal, Francisca lo supo, ese amor era para toda la eternidad y así sería, porque en aquella búsqueda en el horizonte ella perdió el suyo y desde hacía un año vivía en el mar, cuando él la besó y se despertó, mejor dicho tomó conciencia de su incorporeidad, sí, porque ese día el mar se la llevó y no la devolvió nunca más y como su novio no la pudo encontrar, siguió el mismo camino ese diá, en ese instante él se desvaneció, porque los que pierden así la vida deesechan su derecho a la felicidad eterna y ella penó en el mar por toda la eternidad, para que en algún momento aprendiera a esperar, y cada día todo vuelve a pasar.

FIN

martes, 1 de mayo de 2007

Los pies en la tierra

Al pasar el viento entre sus ramas se regocijaba al sentir la libertad, sin olvidar por supuesto, que esto era momentáneo, ya que sus fuertes raíces le impedían moverse más allá de la flexibilidad de sus ramas.
Los pajaritos se posaban día a día en su copa y le hablabna de lo lindo que era el mundo y el lindo arbolito se conformaba con soñar con esos lugares, que jamás podría visitar.
Un día este árbol alto y fuerte, sufrió un gran dolor, porque un inescrupuloso le cortó una de sus ramas, el árbol entró en una gran tristeza y ya ni siquiera quería conversar con los pajaritos, nada consolaba su dolor, hasta que un día Martín El pescador, le dijo: ¡ya es suficiente! reponte de esto, la vida continúa, pero la desilución ante el mundo era infinita. Él creía en la bondad y buenas intenciones, pero ese inescrupuloso lo daño tanto, que necesitó de todo el amor del viento y del sol.
El árbol se dio cuenta que fuese, como fuese la vida, los riesgos iban a estar ahí, porque aunque se crea tener una solidez y seguridad para vivir, siempre hay algo que remece las ramas o destruye una parte, la gracia de la vida está en aprender a vivir con esta certeza.

lunes, 30 de abril de 2007

Nueva Creación

Parece que definitivamente me hice fanática a este tipo de cosas. Así que aquí va mi blog, espero que realmente sirva para decir lo que pienso.