miércoles, 2 de mayo de 2007

Francisca

Francisca caminaba cada tarde por la orilla de la playa mirando el horizonte, buscando algo,, lo hacía insistentemente, casi desesperadamente.
Muchacha alegre, linda, que vivía bien, pero le faltaba algo para ser realmente feliz, por eso estaba en la constante búsqueda.
Su capacidad de deslumbrarse era muy grande, bajo cualquier novedad quedaba encandilada y creía haberlo encontrado, aunque en su alma sabía que para eso aún faltaba, sí faltaba que ella madurara y dejara de buscar con tanta desesperación. ¿Qué era lo que necesitaba? Amor y nada más, alguien que la acompañara. Lo que Francisca no entendía era que tenía que tranquilizarse para poder ver en el horizonte lo que le llenaría la vida.
Esa tarde fue distinta desde el inicio del trayecto en la puerta de su casa; al poner sus pies descalzos en el arena helada supo que ese día todo cambiaría: Comenzó su caminata, pero esta vez el horizonte no era todo lo que miraba, miró el arena, miró el cielo y pasó su vista por el mar, lo que ella no sabía era que desde un rincón de la playa él la había visto hacía meses y sólo esperaba que ella se decidiera sólo a caminar y no a buscar.
La paz que irradiaba Francisca era tal que él se atrevió a acercarse a conversar, sólo un detalle extraño hizo a Francisca pensar, los ojos de él eran azules y profundos como el mar.
Conversaron mucho y desde el primer minuto el amor fue inmortal, Francisca lo supo, ese amor era para toda la eternidad y así sería, porque en aquella búsqueda en el horizonte ella perdió el suyo y desde hacía un año vivía en el mar, cuando él la besó y se despertó, mejor dicho tomó conciencia de su incorporeidad, sí, porque ese día el mar se la llevó y no la devolvió nunca más y como su novio no la pudo encontrar, siguió el mismo camino ese diá, en ese instante él se desvaneció, porque los que pierden así la vida deesechan su derecho a la felicidad eterna y ella penó en el mar por toda la eternidad, para que en algún momento aprendiera a esperar, y cada día todo vuelve a pasar.

FIN